LONDRES, Reino Unido.- El apoyo al rey Carlos III ha subido desde que sucedió a Isabel II como monarca de Reino Unido, según una encuesta, pero los que lloran a su madre advierten de que debe seguir su ejemplo y mantener sus opiniones para sí.
Una encuesta de YouGov para el periódico “Times” reveló que el respaldo a Carlos aumentó drásticamente desde que se convirtió en rey, con respecto a sondeos de principios de año. El apoyo a su esposa Camilla, la reina consorte, subió de forma similar.
Ahora el 63% cree que será un buen rey, un alza de 24 puntos porcentuales desde marzo, mientras que sólo el 15% cree que hará un mal trabajo, comparado con el 31% de hace seis meses, según la encuesta.
Los resultados se hicieron eco de opiniones de británicos con los que habló durante las exequias de la reina Isabel.
“Tengo la esperanza de que lo hará muy bien”, dijo Patrick Thompson, de 61 años, que estaba entre los miles de personas que hicieron cola para ver el féretro de la reina en la catedral de St Giles de Edimburgo. “Tendrá que adaptarse y mantener silencio sobre sus opiniones políticas -advirtió-. Se adelantó a su tiempo en temas como el clima, pero ahora tendrá que ser mucho más cuidadoso con lo que dice”.
Carlos, de 73 años, ha opinado sobre temas mundanos, como el cambio climático, la arquitectura y hasta la medicina alternativa.
Sus críticos dicen que se inmiscuye en cuestiones que no son competencia de la realeza, a diferencia de su madre, que calló sus opiniones durante 70 años de reinado y nunca concedió una entrevista. Sus partidarios destacan que algunos de sus puntos de vista fueron visionarios, pidiendo acción sobre el medio ambiente, décadas antes de que se convirtiera en tema de primera línea.
Desde que se convirtió en rey, ha repetido que seguirá el ejemplo de su madre. En su primer discurso televisado a la nación, señaló que su papel no sería el mismo ahora que era rey. “Mi vida cambiará, por supuesto, al asumir mis nuevas responsabilidades -dijo-. Ya no me será posible dedicar tanto tiempo y energías a las organizaciones benéficas y a los asuntos que tanto me importan”.
Muchos de los que se reunieron en las sombrías ceremonias que han seguido a la muerte de Isabel hablaron con cariño del nuevo monarca, con gritos de “Dios salve al Rey” cada vez que aparecía.
“Carlos está supervisando el cambio sin problemas. La monarquía es el punto crítico de nuestro sistema político. Si no hay monarca, todo se desmorona”, dijo Ellie Merton, de 52 años, también en Edimburgo.
Un equilibrio inestable
A pesar del aumento de la valoración de Carlos, la encuesta también mostró que la proporción de personas que pensaban que la monarquía era muy importante o bastante importante estaba en un mínimo histórico. En los últimos años, estas encuestas han mostrado una creciente división entre generaciones, con jóvenes mucho menos partidarios o ambivalentes sobre la monarquía.
El sondeo de YouGov reveló que el 62% de los encuestados apoya la institución, mientras que el 21% se opone. El resultado reflejan descenso del apoyo en los últimos años, en un tiempo de agitación para la familia.
El príncipe Harry y su esposa Meghan abandonaron sus funciones reales, con fuertes críticas al Palacio de Buckingham e incluso acusaciones de racismo. Las acusaciones de abuso sexual formuladas en Estados Unidos contra el segundo hijo de Isabel, el príncipe Andrés, también resultaron perjudiciales, aunque él negó haber actuado mal y no hubo cargos penales. El escándalo lo llevó a dejar su papel real y sus cargos militares.
“Carlos hereda la corona en un momento en que el apoyo a la institución de la monarquía ha caído a un nuevo mínimo”, escribió el experto en encuestas John Curtice en un artículo para el sitio “The Conversation”.
Mientras se preparan los funerales de su madre, Carlos y su esposa recorren los cuatro territorios del reino para encabezar el luto y sellar alianzas. El tono de la visita a Irlanda del Norte fue el de la reconciliación.
La visita estuvo cargada de significado político, con el trasfondo de los años recientes de violencia en Irlanda del Norte, conocidos como “Los Problemas”. El presidente de la Asamblea de Irlanda del Norte, Alex Maskey, reconoció a la reina su contribución a la paz. “No fue una observadora distante en la transformación y el progreso de las relaciones en estas islas y entre ellas”, dijo Maskey, miembro del Sinn Fein, que busca la reunificación de Irlanda. “Demostró cómo los actos individuales de liderazgo positivo pueden ayudar a romper barreras y fomentar la reconciliación”, afirmó.
“Mi madre vio a Irlanda del Norte pasar por cambios históricos. Nunca dejó de rezar por mejores tiempos para este lugar y sus gentes, cuyas historias conocía, cuyas penas sintió nuestra familia y por las que sentía gran afecto y consideración”, afirmó el rey. (Reuters)